Las albóndigas en salsa es uno de esos platos tradicionales de la cocina casera que siempre funcionan. De origen árabe, extendido a toda Europa y después al resto de continentes, estas bolitas de carne especiadas y fritas son populares en todo el mundo. Ni qué decir tiene que es la comida más famosa de la gitante sueca IKEA 🙂 jijiji que por cierto me encanta (I ♥ IKEA)
Las albóndigas en salsa se preparan de miles de formas, con carne de vacuno, con carne de cerdo, incluso con pescado. Y se condimentan al gusto (ajo, perejil, comino, pimienta, pan rallado….) Hay una receta muy popular que son los espaguetis con albóndigas (meatballs) Pero nosotros solemos tomarlas acompañadas de salsa. Salsas como gustos y colores.
A mí particularmente me gustan las albóndigas en salsa de cebolla y zanahoria. Me encantan las albóndigas en esta salsilla y además me trae muy buenos recuerdos. Cuando yo trabajaba como director de márketing en mi última empresa, me quedaba a comer allí todos los días con los compis. Mi Belencica, del departamento de prensa y comunicación, solía traer estas albóndigas en salsa de su madre. Belén siempre las compartía conmigo porque sabía que me encantaban las albóndigas de Maruja 🙂
Pero hay muchísimos otros tipos de salsa para las albóndigas. La mayoría de ellas con salsa de tomate (las cuales están también buenísimas). A mi esta salsa de cebolla y zanahorias me parece perfecta para las albóndigas.
Aunque he adaptado un poco la receta a mis gusto y sobretodo, influenciado por mis recuerdos de las albóndigas de la madre de Belén. Son albóndigas caseras, con la carne de ternera y cerdo recién picada en carnicería (no compréis la carne picada envasada porque puede llevar lactosa), especiadas a mi gusto, con su ajito y perejil, y su rebanada de pan de molde mojado en leche sin lactosa que les da una jugosidad a la albóndiga buenísima.
Y la salsa de cebolla y zanahorias, qué decir de ella…. sólo os comentaré que todo el pan que había en la mesa desapareció venga a mojarlo en la salsita hasta rebañar la última gota jaja
Receta de albóndigas en salsa de cebolla y zanahorias
Espero que la disfrutéis tanto como yo, no son nada difíciles de hacer, algo entretenidas, pero en cuanto le pilléis el truco haréis bolitas rapidísimo jeje Aquí os dejo la receta de las albóndigas sin lactosa caseras en salsa de cebolla y zanahorias en versión imprimible.

- 250 gr. carne picada de cerdo
- 250 gr. carne de ternera
- 1 huevo
- 3 dientes de ajo
- 1 rodaja de pan de molde
- 40 ml. leche sin lactosa
- perejil fresco
- pimienta negra molida y sal
- harina o pan rallado
- Salsa
- 1,5 cebollas
- 3 zanahorias
- 3 dientes de ajo
- 3 hojas de laurel
- 1 copa vino blanco
- 600 ml. caldo de carne
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra molida y sal
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En un bol mezclamos bien la carne picada de cerdo y la de ternera. Picamos muy finamente los tres dientes de ajo, así como el perejil y lo incorporamos a la carne.
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En un vaso con 40 ml. de leche sin lactosa, introducimos una rebanada de pan de molde y la dejamos empapar bien de leche. Cuando empampe, escurrimos el exceso de leche y añadimos el pan al bol.
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Añadimos también un huevo crudo y por último salpimentamos al gusto. Mezclamos todo muy bien durante un rato.
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Cubrimos con papel film el bol y dejamos la mezcla en la nevera al menos dos horas (cuanto más tiempo mejor).
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Una vez pasado ese tiempo, vamos haciendo bolitas del tamaño que queramos con la ayuda de una cuchara y boleándolas con las palmas de las manos. 6. Las enharinamos y las freímos en una sartén a fuego no demasiado fuerte sin que llegue a cubrir de aceite las albóndigas, entre dos y tres minutos por cada lado.
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Cuando estén doraditas por los dos lados, las colocamos en papel absorbente.
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Aprovechamos un poco de aceite donde hemos frito las albóndigas (colándolo) y cubrimos la base de una cacerola. Sofreímos los tres dientes de ajo cortados en trozos durante un minuto sin dejar que se doren.
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Incorporamos las tres zanahorias cortadas en trocitos y la sofreímos un par de minutos removiendo.
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Por último incorporamos la cebolla cortada en trozos no demasiado pequeños y añadimos las tres hojas de laurel, sal y pimienta molida al gusto. Dejamos todo pochar durante unos diez minutos.
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Cuando la cebolla esté dorada y bien pochada, añadimos las albóndigas al sofrito e incorporamos una copa de vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol un minuto y añadimos por último el caldo de carne o de ave (unos 600 ml.) que recubra todas las albóndigas.
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Lo dejamos todo cocer unos 20 minutos hasta que el caldo reduzca lo suficiente como para que la salsa quede espesita al triturarla.
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Retiramos las albóndigas de la cacerola, así como las hojas de laurel. Trituramos toda la verdura con el caldo para hacer la salsa, que deberá quedar algo espesa (si ha quedado muy líquida añadir maicena disuelta en agua fría) y rectificamos de sal en caso necesario.
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Incorporamos de nuevo las albóndigas y las cocemos con la salsa un par de minutos más.
También podemos añadir tomate a la salsa y queda muy bueno.
1 Comentarios
Bueníiiiisimas