Cortamos el ajo, la cebolla, el apio y las zanahorias ya lavadas en trocitos muy pequeños o las trituramos.
En una sartén o cacerola con un poco de aceite de oliva que recubra toda la superficie, sofreímos los dos dientes de ajo durante un minuto a fuego medio bajo.
Antes de que los ajos tomen color añadimos la zanahoria y la sofreímos unos tres o cuatro minutos. Después añadimos la cebolla y el apio muy bien picados. Añadimos sal y pimienta negra molida y seguimos sofriendo unos 10 o 15 minutos removiendo de vez en cuando.
Añadimos la carne picada. Con una cuchara de madera vamos removiendo para soltar bien la carne, mezclándolo todo durante unos minutos. También molemos un poco de pimienta negra y le añadimos sal casi ya al final.
Cuando la carne ya está casi lista, incorporamos el medio vaso de vino tinto y lo dejamos a fuego algo fuerte durante un par de minutos hasta que se reduzca todo el alcohol, removiendo bien.
Cuando el vino se haya reducido completamente, vamos a echar la albahaca fresca cortada muy fina, la salsa de tomate y una cucharadita de azúcar para reducir la acidez del tomate.
Dejamos todo sofriéndose a fuego medio-lento unos 10-15 minutos a fuego medio-lento. Añadimos también un poco de tomate frito para potenciar el color y el sabor, un poco de orégano seco y rectificamos de sal.