Vertemos la nata sin lactosa en un bol y comenzamos a batir para montarla.
Una vez montada seguimos montando y veremos como la vamos cortando. Seguiremos batiendo hasta separar totalmente la grasa (sólida) del suero lácteo con cuidado de que no nos salpique.
Cuando esté totalmente separado, vamos a colar el suero lácteo (líquido) para quedarnos sólo con la grasa. Para ello usaremos un colador de malla muy fino.
Lavamos la mantequilla con agua fría y después apretamos muy bien con un par de espátulas para drenar el líquido. Es importante que suelte todo el suero, así que vamos a dejar colando el líquido sobre un recipiente más grande durante una hora en la nevera.
Pasado ese tiempo, que ya habrá colado todo el líquido, nos habrá quedado mantequilla pura en el colador. Tan sólo tenemos que ponerla en algún molde rectangular y volver a refrigerarla para que solidifique totalmente.
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Notas
Opcionalmente podemos sazonarla con sal o con alguna hierba aromática para darle distintos sabores. Podemos conservar la mantequilla casera en la nevera un máximo de tres o cuatro días.