Exprimimos el zumo de un limón y lo vertemos en un vaso medidor.
Después completamos con agua hasta tener 250 ml. de líquido. Separamos un poco de este líquido para diluir los 10 gr. maicena hasta que no quede ni un grumo.
El resto de líquido lo ponemos a calentar en un cazo con los 60 gr. de azúcar moreno hasta que comience a hervir. Cuando rompa a hervir añadimos un toque de miel y dejamos reducir unos cinco minutos a fuego bajito.
Después añadimos la maicena que teníamos disuelta y dejamos espesar la salsa durante unos dos o tres minutos más, hasta conseguir la consistencia deseada.
Cortamos las pechugas de pollo en tiras gruesas y las salpimentamos.
Pasamos cada tira de pollo por la maicena, quitando el exceso de harina. Después pasamos el pollo por el huevo, quitando también el exceso, y por último lo pasamos por el pan rallado.
En una sartén con suficiente aceite de oliva vamos friendo las tiras de pollo unos minutos hasta que estén bien doraditas.
Las pasamos a un plato con papel absorbente. Mientras freimos el pollo tendremos la salsa de limón a fuego bajito para que no espese demasiado y mantenerla así caliente.
Cuando tengamos todo el pollo frito, vertemos la salsa de limón sobre el pollo y ya tendremos lista nuestra receta.
También podemos empanar la pechuga entera, y luego servirla semicortada en tiras, como en los restaurantes chinos
Las mejores recetas sin lactosa en www.recetassinlactosa.com