Ponemos el azúcar y el agua en una sartén y dejamos que se vaya derritiendo a fuego medio sin a tocarlo ni removerlo. Cuando coja un color ámbar, mezclamos bien y lo retiramos. Cubrimos la base de las flaneras de caramelo.
Ponemos a calentar la nata o crema sin lactosa y la leche sin lactosa y disolvemos el azúcar removiendo bien.
Añadimos la piel de limón y cuando vaya a empezar a hervir, retiramos y dejamos enfriando.
En un bol grande batimos los huevos con el queso fresco sin lactosa con una batidora.
Cuando la leche haya entibiado la vamos colando poco a poco a la mezcla de huevos y queso, mezclando todo muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Colocamos las flaneras previamente caramelizadas dentro de una fuente y vertemos la mezcla en ellas. Añadimos agua caliente a la fuente hasta cubrir la mitad de las flaneras con cuidado que no entre agua en ellas (para evitarlo podemos taparlos con papel de aluminio).
Metemos la fuente al horno precalentado a 180ºC durante una hora al baño maría. 10 minutos antes de terminar, retiramos el papel de alumino y continuamos horneando. Finalmente comprobamos con un palito para ver si están bien cuajados.
Los dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera durante al menos 8 horas. Cuanto más tiempo estén enfriando, más ricos estarán.
Notas
También podéis aromatizar la leche y la nata con una ramita de canela, pero cuantos más aromas añadamos menos resaltará el sabor a queso fresco.