Si compramos el bacalao salado, tenemos que desalarlo introduciéndolo en un cuenco de agua fría y dejándolo en la nevera durante 2 días. Tenemos que cambiarle el agua cada 12 horas.
Cocemos los huevos en agua hirviendo con vinagre durante 10-12 minutos. Los pelamos, cortamos uno en trocitos, y el otro en cuartos.
Podemos cocinar un lomo bien al microondas en un recipiente con tapa (o tapado con papel film) durante 4 minutos con la piel hacia arriba, o en la sartén a fuego medio con aceite de oliva unos cuatro o cinco minutos por cada lado (depende del grosor del lomo), primero por el lado que no tiene piel.
Cuando el bacalao se enfríe, le quitamos la piel y lo desmigamos con un tenedor.
Cortaremos la cebolla en trozos pequeños.
Podemos usar garbanzos de bote ya cociodos, que nos darán el mismo resultado y nos ahorramos el largo tiempo de cocción. Si no, tendremos que cocerlos hasta que estén tiernos.
Mezclaremos todos los ingredientes en un bol, garbanzos, huevo, cebolla y bacalao y aliñaremos con aceite de oliva, vinagre, sal y un poco de pimentón dulce.