En un bol grande mezclamos los ingredientes secos: la harina tamizada, el azúcar, la sal, la levadura y el bicarbonato.
Mezclamos en un bol aparte los ingredientes húmedos: el huevo, la vainilla, el aceite, el yogur, el queso crema sin lactosa, mezclando hasta conseguir una crema homogenea.
Incorporamos la mezcla húmeda al bol grande de los ingredientes secos, y con un tenedor o una espátula (no usar batidora para no mezclar en exceso y evitar que se queden secos) mezclamos lo suficiente como para integrarlo todo. Es importante no remover demasiado esta mezcla.
Pasamos los arándanos por un poco de harina para que se queden impregnados y luego no se vayan al fondo del muffin al hornearlos.
Añadimos los arándanos a la masa quitándole el exceso de harina y le damos un par de vueltas para distribuirlos bien.
Colocamos las cápsulas de los muffins en el molde apto para horno. Y rellenamos cada cápsula casi hasta arriba.
Mojamos un poco de azúcar con la yema de los dedos y la añadimos en el copete de cada magdalena.
Los horneamos en el horno precalentado a 200ºC durante 22-25 minutos (en función de cada horno) poniéndole los últimos 5 minutos un papel de aluminio para que no cojan demasiado color por arriba.