En un bol al baño maría (o al microondas), fundimos la mantequilla sin lactosa y el chocolate negro a fuego bajito. Cuando esté fundido retiramos del fuego, añadimos el extracto de vainilla y removemos muy bien. Dejamos entibiar.
En otro bol grande mezclamos todos los ingredientes secos: la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal.
Mezclamos los huevos y el azúcar con la batidora de varillas hasta que la mezcla esté espumosa y blanquecina.
Añadimos la mezcla de chocolate fundido a los huevos poco a poco y mezclamos.
Añadimos la harina y removemos con las varillas o espátula hasta integrar.
Añadimos por último los chips de chocolate y las nueces machacadas, reservando un poco de cada para después.
Ponemos en la bandeja de horno sobre papel vegetal una cucharada de la masa para cada galletas (las podemos hacer más o menos grandes), con suficiente espacio entre ellas para dejarlas crecer y no se toquen. Colocamos unos cuantos chips de chocolate y trocitos de nueces por encima.
Horneamos en el horno precalentado a 165ºC unos 13 minutos (para que el interior quede no muy hecho y cremoso). Con estas cantidades nos saldrán para dos horneadas.
Dejamos las galletas enfriar en una rejilla (al principio estarán blanditas, pero cuando se enfríen cogerán más cuerpo).
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Notas
Las galletas las conservaremos en una caja de lata, aunque podemos congelarlas si hacemos muchas.