Añadimos 2 cucharadas de azúcar a la nata y semimontarla hasta que coja consistencia.
Añadimos una a una las tarrinas de natillas de vainilla sin lactosa a la nata semimontada y vamos mezclando suavemente con movimientos envolventes hasta conseguir una crema homogénea.
Ponemos el recipiente de la heladera (que lo habremos tenido en el congelador 24 horas antes) en funcionamiento y vamos vertiendo poco a poco toda la crema.
Lo dejamos mantecar 1 hora en la heladera. (Si no tenéis heladera, ponemos la mezcla en un recipiente con tapa (o tapado con film) en el congelador, sacándolo cada 40 minutos y removiendo con unas varillas para romper el hielo; durante unas 4 horas)
Añadimos las galletas maría machacadas grósamente a la mezcla helada (que todavía estará cremosa y no muy congelada) y removemos muy bien.
Ponemos el helado con galletas en un recipiente con tapa (o tapado con film) y lo metemos en el congelador hasta conseguir la consistencia helada que queramos.
Servimos con un poco de canela molida por encima y una galleta maría de decoración.