Cortamos la cebolla en una juliana (en tiras) muy fina y el ajo en trocitos pequeños.
En una cacerola con suficiente aceite de oliva en la base, marcamos un par de minutos las salchichas a fuego medio fuerte hasta que estén doradas por fuera. Las retiramos.
En ese mismo aceite, a fuego más bajo, sofreímos el ajo hasta que empiece a dorarse.
Añadimos la cebolla también y la pochamos a fuego medio bajo hasta que esté dorada.
Añadimos de nuevo las salchichas y las mareamos un par de minutos junto a la cebolla.
Añadimos sal y pimienta negra en grano al gusto (unos 10-15 granos) y las dos hojas de laurel.
Vertemos un par de copas de vino blanco a la cazuela y lo dejamos el primer minuto a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.
Bajamos el fuego y lo dejamos reducir unos 25-30 minutos hasta que la salsa espese.
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Notas
Podemos probar a usar cerveza o brandy en vez de vino blanco