Lavamos bien toda la verdura y la cortamos en trozos medianos (tomates, cebolla y pimientos). Partimos el ajo por la mitad y le quitamos el germen para que no se repita.
Deshuesamos las cerezas con la ayuda de una botella vacía y una pajita, colocando la cereza en la boca de la botella y presionando con la pajita para sacar el hueso.
En un bol grande ponemos el tomate, la cebolla, el ajo, los pimientos y la miga de pan todo en trozos medianos. Añadimos el aceite de oliva virgen extra, la sal y el vinagre y removemos todo para que empape bien.
Cubrimos el bol con papel film y vamos a dejarlo reposar en la nevera macerando unas 8 horas (toda la noche).
Al día siguiente añadimos las cerezas ya deshuesadas y trituramos todo en una batidora o robot de cocina.
Dependiendo del espesor que nos guste, podemos añadir medio vaso de agua para aligerar el gazpacho.
Pasamos todo por un colador chino o pasapurés para desecharla piel de pimientos y tomates.
Lo refrigeramos bien un par de horas antes de servir con un chorrito de aceite de oliva por la superficie y unas cerezas para decorar.