En un cazo añadimos la leche sin lactosa. Raspamos bien por dentro la vaina de vainilla e incorporamos la vaina y su raspadura al cazo, junto con el palito de canela.
Lo calentamos a fuego suave y cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego y lo dejamos tapado para que infusionen bien los aromas y sabores hasta que se enfríe un poco, unos 10 o 15 minutos.
Separamos las yemas de sus claras y las añadimos a un bol.
Batimos bien las yemas con el azúcar hasta tener una mezcla homogénea.
Incorporamos también los maizena batiendo muy bien para que no quede ningún grumo. Para ayudar a disolverla vamos a añadir un poco de la leche que hemos aromatizado (que ya se habrá enfriado un poco) pasándola por un colador.
Por último incorporamos poco a poco el resto de la leche colándola para que no caigan trocitos de canela y mezclando todo suavemente. Incorporamos todo de nuevo a un cazo y calentamos la mezcla a fuego medio, sin parar de remover hasta que la crema espese y coja la consistencia adecuada.
Pasamos la mezcla a un bol y la cubrimos con papel film dejándola enfriar a temperatura ambiente. Después la metemos a la nevera al menos dos horas antes de usarla.
Tarta de manzana de hojaldre y crema
Pelamos, descorazonamos y laminamos las manzanas y las dejamos en un bol con agua y el zumo de medio limón para evitar su oxidación.
Extendemos la lámina de hojaldre para que ocupe toda la superficie de la bandeja del horno, con papel vegetal. Pinchamos bien toda la superficie (excepto 2 cms. del borde) de la lámina de hojaldre con un tenedor o cuchillo para que no suba y extendemos la crema pastelera por toda la superficie dejando un par de centímetros por cada lado sin cubrir.
Sobre la crema colocamos las láminas de manzana y llevamos al horno precalentado a 180ºC durante 18-20 minutos con calor arriba y abajo hasta que la manzana y el hojaldre se hayan hecho.
Cobertura brillante (2 opciones)
Opción 1: preparamos un almíbar con la misma cantidad de agua que de azúcar y dejando hervir durante 5 minutos con la piel de manzanas, para que suelte pectina. Después añadimos las hojas de gelatina al almíbar, que previamente habremos dejado hidratar en agua fría unos minutos. Removemos hasta disolver y retiramos del fuego. Pincelamos este almíbar sobre la tarta. Refrigeramos al menos una hora para que gelifique la cobertura.
Opción 2: Mezclamos 4 cucharadas de mermelada de albaricoque con un medio vaso de agua, removiendo bien mientras calentamos al fuego. Cuando la tarta haya enfriado la pincelamos con la mermelada.
Video
Notas
Si queremos hacer tartaletas en formato individual, dividimos la lámina de hojaldre en cuatro partes iguales y operamos de la misma forma.