Cortamos toda la verdura (ajo, cebolla, zanahoria y apio) en trocitos muy pequeños (brunoise).
En una cacerola grande vamos a calentar un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y los ajos bien picados.
Cuando el aceite esté caliente y antes de que los ajos cojan color añadimos la cebolla, la zanahoria con sal y pimienta y los vamos a sofreír a fuego medio al menos 20 minutos hasta que la cebolla esté totalmente pochada, casi caramelizada.
Añadimos la carne picada. Salpimentamos la carne y cocinamos hasta que coja color.
Cuando la carne esté lista, añadimos una copa de vino y lo dejamos reducir totalmente.
Añadimos entonces la salsa de tomate frito, la albahaca y el orégano muy picaditos, sal, pimienta y un poco de azúcar y removemos todo muy bien unos 10 minutos más hasta evaporar el máximo de agua.
En una sartén con unas gotas de aceite sofreimos las espinacas frescas hasta pierdan todo el agua. Reservamos.