Vertemos cuatro yogures sin lactosa en un bol, al que vamos a añadir dos cucharadas de azúcar (una cucharada por cada dos yogures) y una cucharada de miel, que actuará como azúcar invertido. También le vamos a añadir 100 ml. de nata sin lactosa y mezclamos todo muy bien hasta integrar bien todo.
Refrigeraremos esta base del yogur helado durante una media hora en la nevera antes de congelarla.
Si tenemos heladera, tan sólo tendremos que verter la mezcla en el recipiente y dejarla durante unos 50 minutos hasta que veamos que el helado tenga la consistencia adecuada. Y después meterla en el congelador hasta tener la consistencia adecuada.
Si no tenemos heladera, lo haremos de la manera tradicional. Meteremos un recipiente con la mezcla en el congelador durante unas cuatro horas, sacándolo cada media hora para remover y romper el hielo que se va formando al congelarse.
Sirope de mango
Pelamos y sacamos toda la pulpa de un mango lo suficientemente maduro y lo batimos bien con una o dos cucharadas de agua.
Lo ponemos en un cazo a fuego medio con tres cucharadas de azúcar durante 4 o 5 minutos removiendo de vez en cuando. Lo retiramos y lo dejamos enfriar totalmente.
Cuando enfríe, ya podemos añadírselo al helado de yogur y mezclarlo haciendo un veteado.
Notas
Si tenemos la posibilidad de usar yogures griegos sin lactosa, usaremos solo 50 ml. de nata.