En un bol batimos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar al menos durante 5 minutos hasta obtener una crema blanquecina.
Añadimos la esencia de vainilla, la sal, la ralladura de la piel de limón y 1 huevo. Batimos 30 segundos hasta integrarlo todo.
Añadimos el resto de los huevos, uno a uno y batiendo 30 segundos entre cada uno.
En otro bol mezclamos la harina con la levadura. Y añadimos la mitad de esta mezcla tamizándola, mezclando a baja velocidad unos segundos, lo suficiente hasta integrar.
Añadimos el yogur, el zumo de limón y batimos hasta integrar.
Tamizamos el resto de la harina con la levadura, batiendo hasta integrar, con cuidado de que no queden grumos.
Vertemos la masa en un molde de plumcake (el mío es de 25x9) forrado con papel vegetal y que sobresalga un poco a la altura del molde. Distribuimos la masa uniformemente, alisándola con una espátula.
Precalentamos el horno a 180ºC, y en el momento de meter el molde bajamos la temperatura a 160ºC, durante unos 55-60 minutos (o hasta que al meter un pelito salga limpio). Los primeros 15 minutos con ventilador, y el resto sin ventilador.