Montamos la nata sin lactosa bien fría en un bol. Cuando la nata esté semimontada le añadimos la mitad aproximadamente del azúcar (75 gr.). Seguimos montando hasta que la nata esté completamente montada. Reservamos en la nevera.
De los 500 gr. de fresas reservamos unos 200 gr. para decorar las paredes de la tarta. Los 300 gr. restantes los vamos a limpiar y triturar en una batidora para hacerlas puré.
Exprimimos el zumo de un limón. Y en un cazo añadimos el puré de fresas, el zumo del limón bien colado, el azúcar restante y un yogur natural sin lactosa.
Ponemos la mezcla a calentar a fuego medio, mezclando todo muy bien, sin que llegue a hervir.
En medio vaso de leche sin lactosa (unos 100 ml.) disolvemos el sobre de gelatina neutra en polvo hasta que no queden grumos.
Cuando la mezcla del cazo esté caliente, la retiramos del fuego y añadimos la gelatina disuelta en la leche a la mezcla. Mezclamos todo muy bien y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez frío el puré de fresas lo mezclaremos a la nata montada, con cuidado para que la nata no se baje, hasta que sea una mezcla totalmente homogénea.
Cortamos por la mitad en cortes longitudinales (de arriba abajo) las fresas que habíamos reservado, una vez limpias y sin tallo. Y las vamos colocando por todo el perímetro del molde con el interior de la fresa pegada a la pared del aro.
Vertemos la mousse de fresas dentro del molde, sobre el bizcocho y las fresas pegadas al aro. Movemos el molde con las manos para que la mousse se distribuya por todo el molde. Y con una espátula alisamos la parte superior.
Una vez listo lo metemos en la nevera y lo dejamos cuajando toda la noche.