Cortamos la fruta en cubitos pequeños y mezclamos entre ellas.
En un bol añadimos la horchata muy fría y la nata vegetal o nata sin lactosa.
Añadimos una cucharada de edulcorante (o azúcar) y mezclamos todo bien.
Vertemos la mezcla en las poleras hasta por encima de la mitad de su capacidad.
Cubrimos las poleras con papel film y las metemos en el congelador unos 40 minutos hasta que cojan algo de consistencia.
Sacamos del congelador y añadimos los trocitos de fruta mezclada en cada polera.
Introducimos el palito del polo y volvemos a meter en el congelador al menos 10 horas (toda la noche).
Cuando vayamos a comerlos, los pasamos por un chorrito de agua tibia para facilitar el desmoldado de los polos.