Derretimos al microondas (1 minuto en función descongelar) los 150 gr. de nutella sin lactosa o crema de cacao y avellanas, para poder extenderla mejor.
Vamos untando las obleas con una capa no muy gruesa de nutella.
Colocamos otra oblea encima y apretamos un poco. Así hasta cuatro obleas (la de arriba no la untamos).
Metemos las dos torres de obleas en la nevera al menos media hora, para que se endurezca la nutella.
Una vez dura, cortamos las obleas en tres, por su parte más larga (si es rectangular) y nos quedarán tres huesitos por cada torre.
Fundimos los 150 gr. de cacao (chocolate con leche sin lactosa y pepitas de cacao de cobertura sin lactosa) al microondas unos dos minutos o al baño maría.
Una vez fundido, añadimos una cucharadita de aceite de girasol y removemos bien hasta que esté totalmente integrado. El aceite nos dará brillo y evitará que el chocolate endurezca demasiado al enfriar.
Cubrimos bien de chocolate cada huesito por un lado y lo dejamos enfriar sobre una rejilla en la nevera.
Después bañamos por el otro lado del huesito y lo volvemos a dejar enfriar.