Si compramos el bacalao salado tendremos que desalarlo un par de días antes. Primero lo pasamos por debajo del grifo para quitarle el exceso de sal y luego lo metemos en la nevera en un bol con agua. Cambiamos el agua cada 12 horas (4 veces en total, aunque depende del tamaño del bacalao).
Cocemos dos huevos durante 13-15 minutos, y los pelamos. A mí me gusta presentarlos en cuartos (los corto con un hilo bien tenso que ato al mango del horno, o bien con un cuchillo cuyo filo hemos mojado en un poco de aceite de oliva).
También cortamos la naranja en cuadritos medianos y la cebolleta en rodajitas. Laminamos también las aceitunas negras.
En una sartén con un poco de aceite de oliva, asamos un par de minutos por cada lado el bacalao (en algunas regiones se toma crudo).
Después desmigamos el bacalao con un cuchillo y tenedor, o con las manos.
En un plato o cuenco mezclamos bien la naranja, las aceitunas, la cebolleta y el bacalao.
Por último añadimos sal al gusto, un poco de pimienta negra molida y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.