En un bol añadimos cuatro partes de aceite de oliva virgen extra por una de vinagre balsámico de Módena y sal al gusto. Removemos para integrar bien el vinagre con el aceite.
Picamos muy finamente una cebolla morada, los pepinillos agridulces (cantidad al gusto) y unas 12 hojas de albahaca bien grandes y añadimos a la vinagreta.
Por último añadimos una cucharada sopera de miel de flores. Mezclamos todo muy bien para integrar todos los ingredientes. Cubrimos el bol con papel film y dejamos la vinagreta macerar al menos una hora.
Cocemos la pasta en suficiente agua hirviendo con aceite de oliva y dos hojas de laurel durante 8-10 minutos (o lo que indique al fabricante).
Cuando esté lista la pasamos por un chorro de agua fría y escurrimos bien el agua sobrante y dejamos la pasta enfriar.
Cuando esté fría, añadimos la vinagreta a la pasta, junto a los tomates cherrys y las aceitunas negras cortado todo por la mitad y unas 8 o 10 hojas de albahaca enteras.
Mezclamos todo muy bien con dos cucharas de palo rectificando de sal o vinagre.