Hacemos un café espresso y lo añadimos en un cazo junto al azúcar y un chorrito de brandy. Con él hacemos un almíbar de café dejándolo hervir a fuego medio bajo unos tres o cuatro minutos.
Batimos los 2 huevos y 2 las yemas hasta que cojan cuerpo.
Añadimos el almíbar de café caliente en forma de chorro fino sin parar de batir los huevos, para que así no estén crudos.
Retiramos a un bol y mezclamos bien para integrar el almíbar con el huevo. Lo dejamos enfriar totalmente.
En un cuenco grande batimos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que la tengamos a punto pomada.
Vamos añadiendo poco a poco la mezcla de café y huevos, con cuidado para que no se corte. Añadimos un poquito y batimos hasta integrar. Así hasta añadirlo todo y tengamos una textura cremosa. Esa será nuestra crema de mantequilla y moka.
Tarta de galletas y moka
Preparamos un bol con leche sin lactosa, un café y un chorrito de brandy y vamos mojando las galletas para hacer la primera base de la tarta, en un molde rectangular desmoldable. Si son redondas las galletas, habrá que partirlas para rellenar los huecos.
Cubrimos la base de galletas con una fina capa de crema de moka. Y así vamos haciendo sucesivamente hasta hacer 6 plantas de galletas (depende del tamaño de nuestro molde).
Cubrimos toda la tarta de crema de moka, incluidos los laterales, y la decoramos a nuestro gusto. Podemos fundir 20 gr. de chocolate de cobertura con una cucharada de leche, mezclarlos bien y hacer decoraciones con él. También podemos usar almendra crocanti.
Dejamos refrigerando toda la noche en la nevera (cuantas más horas más rica estará)
Notas
A la hora de servir, sacar la tarta del frigo un rato antes para que la crema esté suave y cremosa.