Montamos las claras con una pizquita de sal. Cuando las claras empiecen a coger consistencia agregamos las siete cucharadas de azúcar y continuamos batiendo hasta montarlas a punto de nieve.
Por otro lado, montamos también la nata para montar sin lactosa. Cuando esté lista, vamos a ir incorporándola al merengue muy poco a poco, con movimientos envolventes para que no se bajen las claras.
Cuando esté todo perfectamente incorporado lo pasamos a un recipiente y lo vamos a dejar reposar al menos 4 horas en la nevera, para que se asienten bien todos los sabores antes de congelarlo y hacer el helado.
Si no tenemos heladera, lo metemos al congelador unas 4 horas hasta que coja la consistencia adecuada, batiéndolo a intervalos de 30 minutos para evitar la cristalización.
Cuando el helado tenga algo de consistencia (no duro del todo) añadimos unas cuantas cucharadas del almíbar de cereza haciendo el veteado con un palito o cuchillo.